Sobre Tocate Mil y la Pluma invitada

Estimados lectores, amigos, compañeros de ruta y de este mundo:
Tengo el agrado de comunicarles que la noche de ayer fue un verdadero éxito.
He aquí el texto confeccionado por nuestra primer pluma invitada, el Sr. Lucas Losa, a raíz de su experiencia y sus sensaciones en lo profundo de la iniciática y milenaria noche del pasado miércoles: yo lloré dos veces.

Lo que voy a decir no es nada nuevo; sin embargo es extraño que un escrito desde esta época postmoderna no pretenda criticar una referencia a la antigüedad o a la modernidad misma. En este caso, por el contrario, pretende dignificar en pocas lineas una de las ideas mas brillantes que se gesto en la antigüedad en la pluma de Platón y llevar esta idea hasta dos grandes pensadores de la modernidad como han sido Hegel y luego Freud. Me estoy refiriendo al Eros; creo de manera fundada que ha través de este concepto que data del 385 a.c y recorriéndolo hasta nuestros días podremos dar una idea aproximada de lo que sucedió esta noche.

Dijo entonces Aristodemo que Aristofanes dijo: yo intentare dar cuenta a ustedes del poder del Eros y a su vez ustedes serán maestros de los demás. Pero es preciso ante todo que lleguen a conocer la naturaleza humana y sus modificaciones; porque nuestra constitución no era la misma que ahora sino diferente. En primer lugar, tres eran los sexos de los humanos, no dos como ahora, varón y hembra, sino que se agregaba un tercero, que tenia en común caracteres de esos dos y del cual solo queda hoy su nombre; él ha desaparecido. En efecto, era por entonces el androgino un sexo unitario; su figura estaba compuesta por el doble de todo lo que los humanos poseen hoy, a decir, cuatro brazos, cuatro orejas, dos genitales… Entonces Zeus y los demás dioses se pusieron a deliberar sobre que había que hacerles ya que estos eran tremendos en vigor y fuerza y por lo tanto tenían actitudes muy arrogantes respecto de los dioses. La solución fue cortarlos por la mitad; de esta manera además de ser mas débiles serian mas útiles ya que aumentarían en numero. Ahora bien, como la condición originaria quedo cortada en dos, y puesto que cada parte deseaba ardientemente su mitad faltante empezaron a buscarse para entrelazarse por medio de sus partes pudendas, de esta manera si un varón se reunía con una mujer podrían engendrar y hacer perdurar el genero humano; pero también, si un varón se topaba con otro varón, se produjera al menos cierta saciedad. De esta manera es el Eros desde tiempos tan remotos congregador de la antigua condición, es decir, es quien intenta hacer uno a partir de dos y sanar la condición humana.

De esto se trata el Eros platónico, justamente de hacer de dos uno y síganme ustedes en este razonamiento, ¿no es solamente el amor el que puede lograr este lazo, esta comunidad, esta cofradía? Esta noche aquel Eros del que Platón habla y que yo pretendo dignificar, se pudo percibir en todo su esplendor en cada nota, en cada sonrisa y amoroso abrazo de amistad, en cada aplauso, agradecimiento e invitación a compartir el escenario.
La comunidad hoy en su forma de “tocate mil” y en otro espacio; como su nombre lo indica (y eso no es poca cosa) hace referencia a un lugar común, por lo tanto, a un lugar en el que toda aquella persona común puede compartir un poco de su arte y predisponerse para dejar que su amor se suba al lazo que se genera en el aire y une a las personas; dupliquemos la apuesta: estar preparado para recibir exactamente lo mismo. Dejar que el Eros fluya como energía o dios entre los dioses. Estoy seguro que cualquiera que haya experimentado la "comu" podrá poner el nombre que mas le guste a esta sensación pero sabrá muy bien de que estoy hablando.
Será Hegel quien le de una vueltita a esta idea tan conmovedora del amor como producto de la unión entre personas. Ya sabemos, es harto conocido, que este filosofo Alemán sostenía la tesis de que a toda idea se le opone una contra idea. Podríamos pensar que al Eros se debe oponer algo. Y si llegamos a la conclusión que el Eros es el que permite la unión y de la unión surge la vida por lo que el Eros se jacta el derecho de guardián de ella; entonces la contra idea es la muerte que implicaría la ruptura del lazo, la caída del amor, y la mas absoluta soledad, el mas absoluto silencio.
Resumamos: tenemos entonces vida y muerte en tanto tesis y antitesis; pero Hegel da un paso mas; supone que de este encuentro debe producirse una nueva idea superadora. No crean que estamos muy lejos de lo que sucedió hoy; ambas cosas estaban presentes y si uno afina el oido y la vista podrá pescarlas con absoluta claridad. Sin embargo la idea superadora es el hecho de que el Eros se impuso sobre la muerte.
Será un neurólogo Vienes quien denomine a esto “triunfo del Eros”. Ambas tendencias, entonces, conviven en cada uno de nosotros; algunos de nuestros actos nos dejan solos; en el mas absoluto prejuicio e imposibilitándonos del contacto con el otro; en este caso y siguiendo el razonamiento, podemos decir que ha triunfado la tendencia a la muerte, la ruptura de la fraternidad. En otros actos como esta noche, vemos que la palabra circula, en ciertos casos de mesa a mesa, en otros de músico a publico, de publico a músico…como sea, en todos los casos algo circula. Podríamos coincidir que aquí el Eros ha triunfado.
El postmodernismo habla de la caída de todos los ideales, redefine los conceptos hasta el infinito, habla de la no existencia de la realidad, aboga por la imposibilidad de relación social, festejan la idea de que siempre falta algo. Estas cuestiones solo pueden sostenerse si no tenemos un ideal, si el ideal ha caído. El Eros como ideal ha sido nuestro guía en este escrito y mi guía en esta noche, y este amor en sus formas mas diversas me permite decir que hoy fue real, que la relación social existe, que aunque siempre falta algo hoy tuve la ilusión de que no falto nada.

Abrazos… y como dijo el publico “tocate otra” y de arriba del escenario se escucho “tocate mil”.

lucaslosa@hotmail.com